Pedaleando en USA: Estado de Oregon

Costa de Oregon

Pedaleando por USA: Costa de Oregon

Abril 2016, Tijuana, BC, México

Pedaleando en USA: Estado de Oregon

Es difícil decir cuál ha sido la mejor parte de nuestro viaje. De hecho no creo que exista una respuesta correcta. Todo lo que hemos visto y vivido cobre importancia dentro del presente en el que lo vivimos. También muchos factores entran en juego, la gente, el clima, nuestra salud y las cosas que vienen.

Bello Atardecer en Oregon

Bello Atardecer en Oregon

Para mí en la costa de Oregon se juntaron varios factores que hicieron de ésta parte del viaje una de mis favoritas. Pedalear sobre la costa viendo el inmenso mar del Pacifico es de por sí ya un delicia. Aparte el clima nos favoreció la gran mayoría del tiempo y tuvimos el placer de conocer a Robert, Carol, Sue, Stew, Jesse, Jeff y Willow (de ellos hablaré en un apartado especial). Todo eso contribuyo a otra gran aventura sobre ruedas.

Llegando a Portaland

Llegando a Portaland

Todo comenzó llegando a Portland, Oregon. Si es que existe una ciudad paradisiaca para el ciclista en America del Norte, aquí es. Wow, toda la ciudad estaba llena de caminos para bici y de varios miles de ciclistas trasladándose de un lugar a otro en sus bicis. En Portland hay un puente que cruza el río 100% exclusivo para peatones y para ciclistas y ha se esta gestionando el segundo. Esta ciudad ha avanzado mucho en materia de movilidad no motorizada y eso da gusto saber que existen casos que se pueden estudiar para la implementación de proyectos futuros tanto en todo el mundo.

Rodando por Portaland

Rodando por Portland

Un puente para ciclistas

Un puente para ciclistas

Otra cosa que nos llamo la atención de ésta ciudad es que puedes ir a una tienda abarrotes y ahí mismo puedes rellenar tu Growler (envase) de cerveza. Imagina, cerveza fresca de barril a la vuelta de la esquina, sin mencionar los famosos food trucks un movimiento que nos dimos cuenta se ha disparado en toda la costa del Pacifico desde Vancouver, Canada hasta Tijuana, México.

Caminos de Bici

Caminos de Bici

En Portland nos quedamos con Carol y Robert dos amigos ciclo viajeros que conocimos vía internet. Intercambiamos correos, hablamos por Skype y nos enviábamos mensajes vía Facebook por 3 años sin habernos visto físicamente. Así que cuando nos vimos se sintió mas como un re-encuentro que otra cosa. Su casa hermosa, verde, con un hermoso patio afuera. Robert trabaja en el mundo de las bicis vendiendo partes para bicicletas con una empresa que distribuye varias marcas entre ellas SRAM. Nos sentimos como en casa con ellos, comimos mucho y arreglamos nuestras bicis.

At Tyler's and Carolyn's

 Tyler y Carolyn

Ellos nos obsequiaron la posibilidad de sentirnos como locales por una semana y disfrutar rodar por la ciudad donde la bicicleta es el rey y foco de atención. También aprovechamos para visitar a los papas de Bret , un amigo de EUA  de nosotros desde San Diego. A su mama, Jeanny, ya había tenido el placer de conocer y ya le había dicho que si un día pasaba por Oregon iría a visitarla. Nos quedamos toda una noche platicando sobre el viaje, ella tenía muchas preguntas y Silena la herman de Bret nos cocino un espagueti y una ensalada, todo lo tomamos con un vino. Su padrastro Bryan, que también ya conocía,  nos mostró el enorme jardín de su casa y nos acompaño a alimentar a los pájaros que llegaban a tomar el agua con miel que el les dejaba.

Jeanny, Silena y Bryan

Jeanny, Silena y Bryan

Ah, la otra es que el canabis aquí es legal, de hecho un churro de maryjane te sale en 5 USD. Me pregunto si existirá una correlación entre las bicis y la legalidad de ésta droga?

Con mucho dolor dejamos Portland, tan sólo para descubrir que la simpatía por la bici en Oregon se extendía mucho más allá de su capital. La gran mayoría de las calles y carreteras tenían señales que advertían a los autos del paso de los ciclistas. De Portland nos movíamos lentamente hacia la costa.

PBCT

PBCT

PBCT

PBCT

Estábamos a dos días de reunirnos al PCBT (Pacific Crest Bicycle Trail) el camino que nos llevaría por la costa hasta Tijuana. En el camino un carro se paro en medio de la carrera, saludo de manera muy efusiva y nos sentimos obligados a pararnos y platicar con él. Su nombre era Stuart, pero nos dijo que le podríamos llamar Stu. Y así sin conocernos, sin saber nada de nosotros nos ofreció un lugar donde dormir en su casa, nos dio sus llaves y nos dijo que los esperáramos allá en la noche a él y a su esposa Su. Así de surreal se escucha y así fue. Lo mejor de todo es que meses después, nosotros ya aquí en Tijuana los recibimos como visitas en nuestra casa, sellando una amistad que inicio por la buena voluntad de Stuart de ayudar a los ciclistas que pasan por ahí.

Pedaleando en USA: Estado de Oregon

Pedaleando a lado de la Costa

Pedaleando a lado de la Costa

Al día siguiente continuo nuestro viaje. Ya estábamos en la costa y sobre la ruta oficial de bicicleta PCBT. Parte de la maravilla de seguir la ruta es que hay a disposición los campamentos Hiker/Bikers. Estos campamentos se encuentran al rededor de cada 30 km, muchos de ellos se encuentran en reservas ecológicas lo que los hacen ser preciosos, y hay espacios reservados para gente que viaje en bici o práctica senderismo de varios días. El espacio por persona te sale 5 USD y te puede incluir (dependiendo del lugar) acceso a corriente eléctrica, agua potable, ducha y un espacio lindo para poner tu casa de acampar.

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Gracias a esa infraestructura conocimos a un montón de ciclistas pedaleando hacia el sur. Tres de ellos se convirtieron en nuestros compañeros de viaje por más de 12 días Willow, Jeff y Jesse. Una chavita de 17 años de Canada haciendo su primer viaje sola y los veteranos Jeff y Jesse de mas o menos 50 años de edad, ambos tatuadores profesionales dueños de sus propios talleres. Hicimos una gran mancuerna con ellos, desde Oregon pedaleamos junto con ellos hasta San Francisco y nos quedamos en la casa de Jeff por toda una semana.

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Willow

Willow

Con el equipo armado exploramos la gran oferta que tenía Oregon. Al inicio cada grupo iba a su propio paso. A veces unos llevaban al mismo campamento que nosotros y veces no. Pero durante el día en a menos un par de puntos, coincidíamos. Todo cambio cuando se pronostico una lluvia torrencial, a nosotros nos toco en un pueblito llamado Yachts. El viento soplaba tan fuerte a nuestra dirección que pedalear parecía inútil. Annika y yo nos volteamos a ver y ya sabíamos que iba a pasar, buscamos el hotel más barato que pudimos conseguir y decidimos esperar a que la tormenta pasará. El paisaje de la costa de Oregon era tan hermosa que no valía la pena perderse en medio de un par de días miserables con lluvia y neblina, en muchos tramos no se podía ver ni siquiera a 10 metros hacia enfrente. Así que paramos en Yachts, nos tomamos un par de cheves en el bar local y hasta me toco ver un juego de la selección de México por Univision. La vida era bella. Pasaron dos días y seguimos con nuestro camino por la hermosa costa.

La tormenta se avecina

La tormenta se avecina

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EL Barecito

EL Barecito

Las tardes, aunque cortas eran las mejores. El sol iluminaba con ese rojizo suave que conquisto a la industria del cine para quedarse en las costas del Pacifico (Los Angeles y Vancouver siendo sus capitales del cine de sus respectivos países). Al ganar altura lo único que querías ver era la vista, que mostraba unos acantilados tan bellos que te daban ganas de brinca y volar. Obviamente si lo harías te caerías y seguramente morirías, pero esta padre poder soñar.

La Belleza de las Alturas

La Belleza de las Alturas

La Vista!

La Vista!

Entre los Gigantes Verdes

Entre los Gigantes Verdes

También pasamos por unas dunas. Para llegar a ellas tuvimos que escalar unas dunas que daban a la carretera y dejar nuestras bicis estacionadas sobre un árbol completamente vulnerables. Valió la pena, subir fue un martirio pero ya arriba, parecía que estuviéramos en un desierto. Fácilmente podría uno convencer con una foto a cualquier persona de que de estaba vagando en el desierto. Lamentablemente no nos pudimos quedar mucho tiempo ahí, temíamos por nuestras bicis. Así que Annika hizo labor de sacrificio y se regreso para cuidar las bicis mientras yo tomaba varias fotos.

Las Dunas

Las Dunas

Cada vez que acampábamos nos topábamos a Willow, Jesse o Jeff. Tantas veces que el último día en Oregon decidimos juntarnos y seguir el camino hasta San Francisco juntos. Temíamos que ellos fueran más rápidos e intensos que nosotros, pero la verdad es que ellos estaban al mismo paso que nosotros, era la sociedad perfecta. Ese día también logramos ver ballenas desplazarse a lo lejos, es increíble ver como la grandeza de la naturaleza te deslumbra, es como sí hubiese descubierto una nueva terapia para permanecer feliz que no me costaba nada. Y así con 5 personas en nuestra caravana nos despedimos del bello estado de Oregon, el estado donde las bicicleta y su jinete son siempre felices, al menos así parecía.

Jeff y Jess

Jeff y Jess

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