Laos: El Lugar Perfecto para Andar en Bici

Annika pedaleando en Laos

27 de Abril 2013  Savannakhet, Laos

¿Y ese país donde está? Me preguntaba una amiga por el Facebook mientras chateaba con ella. Le conteste, “No te preocupes, yo sólo sé donde esta porque estoy aquí, que si no también andaría perdido. Laos esta al sur de China y al norte de Tailandia”.

Tendemos a ambientarnos rápidamente con el sentimiento general del país al qué recientemente llegamos. Laos es un país verde, hermoso y altamente relajado. Después de dejar la hermosa China en donde las ciudades pequeñas que figuran en los mapas son de más de un millón de personas, entrar a Laos fue una como realizar una profunda exhalación de calma y tranquilidad donde nadie te puede ver. En Laos solamente habitan 7 millones de almas ni el 10% de las personas que viven en su vecino del norte.

Laos es un lugar sin estrés y preocupaciones.

Para andar en bici esas son buenas noticias. Eso significa tranquilidad en las calles, un ambiente relajado y sobre todo paisajes espectaculares sin poblar. Tanto así que la tercer noche dormimos al aire libre en una choza en medio de la carretera. Ver las estrellas mientras duermes es una experiencia que nunca se te olvida, me recordó un poco la noche que dormimos con la familia de Gulchenza en Uzbekistan.

Durmiendo en la Choza

Bello Oudonxai

Nuestra primera parada después de dos días de pedalear fue la ciudad Oudonxay, decidimos quedarnos una noche pero acabaron siendo tres. El precio del cuarto (8 dlls la noche) y el puerco con arroz delicioso que vendían en el puesto afuera del hotel nos conquisto. Decidimos usar el tiempo para relajarnos y pensar nuestra ruta en el Norte de Laos.

Recibiendo la Bendicion

A la tercera noche seguimos nuestro viaje hacia la famosa ciudad de Luang Prabang. En el camino fuimos hospedados por el mismísimo alcalde del pueblo que nos mostró lo amable y hospitalarios que la gente de Laos puede ser. Ese día intentamos acampar afuera de la casa de una linda familia, pero los habitantes nos guiaron hacia la casa de Xio. El señor nos hizo una bienvenida como si ya nos hubiera estado esperando. Nos ofreció su casa, comida y hasta un lugar en donde bañarnos. La siguiente mañana nos dio de desayunar y él junto a su esposa nos dios una bendición budista. Sin lugar a duda una de las experiencias más bonitas que hemos tenido desde que llegamos a Laos.

Ahí aprendimos a comer el famoso arroz pegajoso que tan sólo se da en está región del mundo. Se come con las manos y es delicioso, ha sido mi tipo favorito de arroz desde ese día y nunca pierdo la oportunidad de comerlo cada vez que puedo. El día que nos fuimos el señor nos entrego una carta con todos sus datos, habíamos logrado caerle tan bien que dijo que nos consideraba su amigo. Lo curioso es que no eramos los primeros, el ya había hospedado en una ocasión a un Belga en bici hace un par de años atrás. No cabe duda que el mundo esta conectado.

El Camino

El norte de Laos esta lleno de vegetación densa y rica. Pedalear por sus carreteras es un deleite. El trafico es escaso como ya lo habíamos predeterminado y los pocos carros que circulan lo hacen con calma y despreocupación. Es cierto, la ruta no era fácil, subiditas por aquí bajadas por allá pero siempre pasando por ríos donde los niños te llenan de su vitalidad y energía cada vez que pasas en bici y te gritan Sabaidee que significa “Buen día/Hola”. Los que hemos pasado por éste país sabemos que más que Laos este es el país de los niños Sabaidee.

Bellisimo Laos

Y así entre ríos, arboles majestuosos y pueblitos que están asentados en los ríos nuestro camino por Laos ha sido de los más he disfrutado hasta el momento. Aunque a veces subir los cerritos representa un reto.

A veces no es Facil

Luang Prabang

Luang Prabang

Nuestra segunda parada fue una memorable. Al llegar nos vimos sumergidos en un pueblo turístico sin ni un sólo hotel gigante que matará la intimidad que se puede sentir en ésta ciudad. Después de preguntar por varias casas de huéspedes encontramos una joya de lugar: Sympsofon Guesthouse. Los dueños se hacen llamar Mamá y Papá para todos sus huéspedes. Papá sin lugar a duda ama lo que hace y en cuanto me conoció me mostró su libro de recuerdos, que no es más que albums de fotos de todas las personas que se habían hospedado con el a lo largo de los 10 años de existencia de su lugar. Sin lugar a duda regresaríamos a ese lugar sin pensarlo.

papa y mama

Ahí conocimos seis viajeros que hicieron de nuestra estadía en ese lugar un periodo de vacaciones inesperadas: Tangy de Francia, Enni, Vesa de Finlandia, Tim, Martina de Alemania y finalmente Pablo de Argentina. Al poco tiempo de conocernos hicimos todo juntos. Sin embargo el día que nos hicimos amigos fue a causa de una pequeña tragedia que nos dio a todos una bofetada de advertencia sobre la seguridad de andar en bici.

Cascadas cerca de Luang Prabang

Decidimos visitar unas cascadas en bicicelta. Tan sólo 11 km de distancia de la ciudad. El recorrido fue divertido y llegamos tres horas antes del atardecer. Durante dos horas disfrutamos de las lagunas y las cascadas de XXX para finalmente regresarnos en bici. Calculamos mal el tiempo y de regreso la oscuridad de la noche llego de un momento al otro inadvertidamente. Con poca luz en la carretera, en bici, sin cascos y sin luces sucedió lo que era algo inevitable. Enni choco contra la bicicleta de Tangy después de que Annika y Tangy frenaron de repente por un perro que se cruzo en el camino. Enni sufrió una caída en la bicicleta donde sofrío raspaduras y un par de cortes que requirieron puntadas.

El accidente nos junto como personas, todos apoyamos a la pobre de Enni y tanto ella como su pareja Vesa mostraron su agradecimiento de poder contar con nosotros en este tipo de situaciones. Al final yo sentí que ellos hubieran hecho lo mismo por cualquiera de nosotros, de eso se trata ser amigos no?

Nuestros amigos

Después de una noche de cervezas y comida deliciosa en el mercado de noche de Luang Prabang todos nos sentamos a compartir risas a lado del río Mekong y por una noche Annika y yo nos sentimos en casa con amigos. Es verdad extrañamos a nuestros amigos y familia en México, mientras viajas tan sólo puedes tener amigos express, pero después de lo que habíamos vivido a lado de ellos se sentía más como si los conociéramos desde ya hace tiempo. De hecho aún tenemos contacto con ellos y seguramente los volveremos a ver.

El día siguiente todos nos despedimos y seguimos nuestro camino hacia nuestro próximo destino.

Van Vieng

La ciudad turista por excelencia de todo Laos. Aquí tomar unas cheves, comer pizzas con cannabis y ser un Spring Breaker es tan común como usar traje en Nueva York. Pero lo mejor fue descubrir los sándwiches de pechuga de pollo con queso! Deliciosos.

Pero para Annika y para mí lo merjo de Van Vieng es sin lugar a duda la Laguna Azul. Un ojo de agua azul como el cielo claro de Jalisco justo a lado de unas grutas inmensas. A este lugar llegamos caminando y con el calor que hacia y los 7 km a pie, llegar ahí y aventarse desde los trampolines de 3 y de 5 metros que se montaron en uno de sus arboles fue el mejor regalo del mundo.

Nos quedamos ahí casi toda la tarde disfrutando de este bellísimo lugar que me acordó de Agua Azul, Chiapas no por su parecido sino por el sentimiento de profundo amor que te crece a la naturaleza cuando te das cuenta lo majestuosa que puede llegar a ser como en el caso de éstos dos lugares.

Sin palabras, mejor les dejo una foto.

Laguna Azul

De Van Vieng A Vientián

Para nuestro úlitmo tramo de recorrido antes de entrar a Tailandia para encontrarnos con la familia y la amiga de Annika que nos visitaron desde Alemania, llegamos a la capital de Laos.

Vientián, es una capital pequeña en donde solo tuvimos la oportunidad de conocer la Embajada de Tailandia y su templo Budista. También anduvimos toda una tarde por su malecón que recorre una buena parte del río Mekong para ver el romántico atardecer del sol rojo que es muy característico de ésta parte del mundo.

Ultima parada antes de llegar a Vientiane

En fin aún no recorremos todo Laos, nos falta otra ruta de 450 km, sin embargo cuando alguien me vuelva a preguntar donde ésta Laos como mi amiga, me da un poco de gusto saber que le podré responder algo más que su ubicación geográfica en éste nuestro planeta.