Bergkäse, Juárez y Chorizo ​​Español

 

Vienna, Austria, Octubre 2011

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Acabábamos de comer, pero allí estaba escrito en letras amarillas en vinilo seduciendo a la vista. Decia Käseland -Tierra del Queso– en esta pequeño local dentro del Naschmarkt (el mercado más famoso de la luminosa Viena por su oferta de variedad gastronómica desde el siglo 16). Entré.

Tan pronto como abrí la puerta me perdí con toda la variedad de quesos que prácticamente brotaba como hojas en un árbol por todas las paredes. Entonces con el fin de ocultar mi completa ignorancia sobre el queso, le pedí a la señora encargada que me diera el queso típico de Austria. La vendedora respondió con una voz paciente “Eso sería Bergkäse”.Entonces me preguntó: “¿Cual seria entonces, tenemos Bergkäse de seis meses, un año o 3 años de edad. ”

Creo que se dio cuenta que estaba perdido, debido a la mirada de mi cara, así que  corto cuidadosamente un trozo de queso y simplemente me lo dio. A continuación, explicó con voz clara y dinámica que era Bergkäse de 6 meses de edad producido en las altas montañas de Austria. Con tal cuidado y profesionalidad ella empaco el queso, lo metió en la bolsa y estaba lista para el siguiente pedido. No puedo recordar cómo fue que iniciamos nuestra pequeña charla , pero la palabra México resalto en nuestra conversación. Entonces una voz carismática y masculina se escuchó del otro lado de la tienda : “¡Ah tenemos un juarista aquí”. Juaristas fueron los seguidores de Benito Juárez, un presidente mexicano que derrocó al Imperio y restauraría la República en el siglo 19.

Helena y Franccesco (aunque su verdadero nombre es Franz lo comprobé en su página web) son estos dos expertos simpático queseros que informan y venden queso a los clientes perdidos como yo. Helena me iluminó con gran serenidad en su voz sobre el hecho de que los quesos duros no tienen lactosa. Por eso ya no tendría que preocuparme de dejar un olor raro después de una cena de plato de queso y pan. Franccesco, un hombre alegre, alto, de pelo largo y grisáceo, hizo hincapié en que el queso y el vino tienen un parecido muy cercano en el hecho de que no hay queso bueno o malo, hay una rica variedad para todos los gustos y para todos los precios.

Sorprendentemente, el queso no fue nuestro único tema del que hablamos.Mencionó que le gustaba México, no sólo por su sol, pero por ser el único país que protestó contra la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial. Yo siempre había pensaba que esta era sólo una leyenda urbana que se decía que los niños mexicanos para que se sentirán orgullosos de nuestro país. Franccesco también profundizó un poco sobre Juárez y Maximiliano de Hasburg (Austria), el proclamado emperador de México, que más tarde pago con su propia vida el título en una situación trágica provocada por una guerra interna en el país de tequila y el mariachi. Después, saltamos al tema del penacho del emperador Moctezuma, y ​​por qué Francesso pensó que estaba bien cuidado aquí en Viena (Museo Etnológico de Viena) y no en México. Me agrado no tener que iniciar un debate sobre este tema.

Enseguida nos tomamos fotos juntos y entre risas y bromas pequeñas Francessco y Helena nos obsequiaron a Annika y a mi una muestra de su afecto. “Un chorizo ​​español para mi Juarista”, dijo con una gran sonrisa en su rostro mientras lo empacaba con el mismo cuidado que si lo hubiera comprado. Hasta el día de hoy no estoy seguro si lo que quiso decir tenia doble sentido, pero realmente no he querido investigarlo.

Tanto queso e historia que pronto nos dimos cuenta de los lazos que nos unían. Todos amantes de queso, amantes de anécdotas históricas y todos con una disposición amistosa de saber del uno y del otro hizo que mi visita a Käseland fuera otra evidencia de que tan maravillosa y sorprendente la gente es.

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