Australia en Bicicleta: Melbourne a Playa Paraíso

Annika en el camino de bici por Australia

Annika en el camino de bici por Australia

Timaru, Nueva Zelanda, Marzo 2015

Fue difícil partir de Melbourne. Dejábamos amigos y una ciudad muy cómoda para vivir. Pero el camino seguía y nuestro destino en Australia era la capital Sydney. Para llegar a ella teníamos que pedalear un aproximado de 1,000 km. Teníamos con quien llegar, nuestros amigos Mark y Chrissie nos estarían esperando y también y después de muchos años de no verlo Peque. Uno de los artistas urbanos que mas admiro y con quién trabajamos con un mural en la ciudad de Guadalajara con la revista Mátika.

Australia en Bicicleta

Pedalear por Australia, al menos ese tramo, resultaba fácil en papel. Había un número importante de caminos en bici que los australianos llaman Rail Trails. El concepto ya lo conocíamos. Estos caminos reservados para excursionistas y ciclistas son caminos sellados al tráfico de carros que antes eran rieles de trenes que ya no circulan por el país. El resultado, caminos que cruzan km por naturaleza y pueblos que puedes disfrutar sin tener que preocuparte por el tráfico. Eso es lo que queremos tener en México y al parecer el proyecto Vías Verdes lo esta haciendo posible, al menos en Jalisco.

Los primeros km saliendo de la ciudad de Melbourne nunca fueron aburridos, las afueras de las ciudades siempre lo son. Tráfico, parques industriales y camiones llevando cargas inmensas a quién sabe Dios a donde.

El Camino del Arcoiris

El Camino del Arcoiris

Cuando por fin sales de la ciudad la historia es diferente. Empezamos a sumergirnos en el ecosistema natural del país. El color predominante es el amarillo, pasto seco, eucaliptos, granjas con ganado y pequeños molinos de viento decoraban el paisaje. Sin embargo lo que más nos llamó la atención fueron las señales de tráfico. Señalaban: Próximos 5 km ( y los dibujos de) koalas, canguros y otros animales que jamas había visto en mi vida, un wombat.

Careful, Koalas, Wombats and Kangaroos!

Although we were looking out for kangaroos, wombats and koalas constaintly, we could not find any.

Sobre la carretera logramos ver muchos de ellos, todos muertos, embarrados en el asfalto del camino. Ahora entendíamos mucho más las señales. Siempre nos dio tristeza ver esa imagen, pero no habíamos nada que podíamos hacer. Muchos de esos animales eran gigantes y fácilmente podrían ocasionar un accidente de carro si el conductor decidía esquivarlos. Los colores empezaron a cambiar drásticamente, de un amarillo a una gama de verdes con árboles frondosos que daban mucha sombra al clima caluroso de Australia

Camping Koo Wee Rup

Zona de Acampar Gratuita

Disfrutando de la Sopa

Disfrutando de la Sopa

La primer noche como en muchas otras en el camino, encontramos una de las áreas verdes designadas para pasar la noche ya sea acampando o en tu auto caravana gratuitamente. Así es, gratis! Conscientes de las distancias en el país el gobierno mantiene estos descansos donde los conductores pueden echar la siesta o pasar la noche y así no tener que arriesgarse manejando cansados o en el peor de los casos pestañando. Los lugares son muy básicos, no hay ni baños ni botes de basura. Tan sólo pasto y un par de banquitas, en realidad lo suficiente para pasar una noche.

Wee fluffy hairball

Wee fluffy hairball

Cycling the Australian Outback

This is the “outback” picture that I had in my mind before coming to Australia

Al siguiente día, continuamos con nuestro camino hacia nuestro primer vía de bici en el país, llamado The Great Souther Rail Trail. Al llegar había una gran señal de bienvenida, y el camino se veía apetecible para cualquier ciclista. Sobre la vías pudimos experimentar la naturaleza mucho más de cerca. Los koalas dormidos sobre los eucaliptos, wallabies (como canguros pero más pequeños) y loros multicolores pasando el tiempo como si nosotros no importáramos. Fue bellísimo y emocionante. Se convirtio en un juego, a ver quién podría localizar a la mayor cantidad de animales sobre el camino, naturalmente Annika ganó.

Annika Southern Trail 2

Sobre el camino el clima empezó a empeorar rápidamente. Vientos fríos y una lluvia fugaz proveniente de una nube gris oscura nos sorprendió con disgusto como la aparición de una cana en la cabellera en un domingo por la mañana. Esa noche acabamos por acampar en un parque oficial donde pagamos la cantidad estratosférica de 30 dólares australianos por un cuadro verde de 3 x 3 metros. En fin tenía duchas y baño, unas por otras.

El siguiente día el clima había cambiado por completo, ya nos habían advertido de los cambios drásticos del territorio de Victoria. El camino siguió evitando el tráfico y la junto con ella la belleza de la naturaleza. Esa noche encontramos otro lugar donde acampar muy diferente en precio y servicio, una señora muy amable nos cobro 18 dólares australianos por el mismo servicio y un taza de té. La suerte estaba de nuestro lado.

Most of the time we had the rail trail all for ourselves.

La Vía de Bici 

Al siguiente día habíamos llegado, la playa paraíso, al menos así se llamaba. El clima un poco frío pero la majestuosidad de la playa recorría 90 km a lo largo del mar. Yo no me atreví a meterme muy adentro, pues se decía que los tiburones estaban muy cerca. A lo largo de la playa había espacios oficiales designados para acampar de manera gratuita, estos tenían baños modulares y a tan sólo un par de km había un pueblo llamado Golden Beach donde por la módica cantidad de 4 dólares podías comprar 5 minutos de agua caliente en una ducha automática. En una de esas veces Annika y yo decidimos ahorrarnos dinero y bañarnos juntos. Calculamos mal el tiempo y yo me quede totalmente enjabonado de pies a cabeza Annika tuvo que salir de la ducha para pedir cambio a la tienda de Fish n Chips en bikini con jabón en sus pies, para poder seguir comprando tiempo dentro del agua. En fin son cosas que pasan cuando suceden.

Paradise Beach

El final pasamos dos días increíbles de relajación total, platicando con las familias que también acampaban en el lugar. Leyendo y desconectados del mundo de la electricidad, esas noches las estrellas se veían hermosas. Nos gusto el paraíso, el camino hacía allá, aún más.

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