Annika y Lynda
Edmonton, Canada, Agosto 2015
Una cosa que nunca termina de sorprenderme son las personas que nos otorgan un espacio en su casa, ya sea en su patio o dentro de su casa, para darnos posada. No importa lo seguido que esto sucede o en la circunstancia en la que sucede, siempre lo hemos recibido como un gran obsequio. Un lugar seguro donde pasar la noche. Ésta entrada esta dedicada a cada una de esas personas.
Acampando en el Jardín
Una de esas magnificas personas es Linda, una agradable mujer de 50 años que vive en un un pequeño pueblo en la húmeda y frondosa costa este de Nueva Zelandía llamada Bruce Bay. La conocimos como hemos conocido a casi todos nuestros anfitriones de la noche cicloviajera, buscando un lugar donde acampar. Aquél día no encontrábamos un espacio donde poner la casa y decidimos entrar al pequeño pueblo de Bruce Bay, esperando que alguien nos diera luz verde para acampar en algún lugar en el campo. A unas cuantas calles después de haber entrado al mini pueblo vimos a un hombre podando el césped de su perfecto jardín. Me acerqué y le pregunté, ¨¿Disculpe señor, sabrá un lugar donde podemos poner la casa de acampar por la noche?¨. El nos respondió. “ Entra a la casa y pregúntale a mi esposa.
Tony and Linda
Casi de manera instantánea apareció Linda, un mujer alta de complexión robusta vestida con una playera blanca y con un rostro que emanaba bienvenida. Le pregunté la misma pregunta a lo que ella respondió rápidamente, ¨Aquí¨. Nos apuntó al fondo de su jardín y nos preguntó, ¨¿ Ya comieron?, ni respondimos pero vio nuestro rostro de hambre y siguió,¨ hoy cenaremos ostiones fritos y papas a la francesa, así que después de que montan la casa de acampar los espero adentro¨.
Amigos, dormir en un lugar seguro, cena casera y lindas personas, no hay nada mejor en la vida.
Mama
Entramos a la casa decorada como si hubiese viajado al pasado, hace unos 50 años para ser exactos. Nos sentamos en su sofá adornado con pieles de zorro y muchos otros objetos muy interesantes que después nos comento que los compro en ventas de garaje a lo largo del a país. No dio a los dos un vaso generoso de licor que ella mismo hizo de alguna fruta que no recuerdo su nombre y nos presentó al resto de la familia. Tony, su esposo y el hombre que ya habíamos conocido en su patio, a una viejita muy linda sentada delante de nosotros que era su mama y a un perro perezoso dormido en la puerta llamado Baxter. Linda nos platicó que cada verano vienen a su casa de Bruce Bay para la temporada de whitebait, unos pescaditos pequeños que se comen con huevo y con famosos en la región. Los dos están retirados pero aún conservan algunos trabajos. Nos platicó que le gustaría abrir un área de acampar en el patio de su casa porqué siempre ha tenido buenas experiencias hospedando a viajeros que se quedan varados en Bruce Bay.
Su Linda Casa
Llegó la Comida!
Después de un par de vasos de aquél misterioso pero sabroso licor que según ella tenía mas de 8% la platica fluía como agua en un río, a todos éramos compas. Tony, Linda y Mama (así la llamábamos todos) nos hicieron reír un montón con su chistes y su picardía. Linda nos platicó de la vez que un fotógrafo famoso llegó su pueblo y la entrevisto. Aparentemente le interesaba la relación que Linda tenía con su perro Baxter porqué estaba tomando fotos de seres humanos y sus perros para un libro que quería publicar. Nos platico que después de haber tomado las fotos le hizo una pregunta interesante: Si estuvieras es una isla abandonada ¿con quién quisieras estar acompañada, con tu esposo o con tu perro? Linda respondió, ¨pues con mi esposo¨. Pero después nos dijo que se arrepintió rápidamente y cambio su respuesta a, ¨¡no mejor mi perro!¨ El fotógrafo curioso por el cambio de respuesta le dijo, ¨¿y porqué el cambio de respuesta?. Linda dijo, “ pues es que me acabo de dar cuenta que si me llevo mi perro y me da hambre ME LO PUEDO COMER.” Todos nos morimos de risa. El resto de la velada nos la pasamos comiendo ostiones, papas, licor y risas. Aprendimos que a Linda mas que su esposo, mas que su perro, y mas que a su casa lo que mas ama en la vida es cocinar, tanto que en cada bocado de lo que nos daba lo podíamos degustar. Varias horas después todos nos fuimos a dormir.
Decoraciones del Hogar
La siguiente mañana nos despertamos, empacamos y tomé un par de fotos de Tony jugando con el perro. Linda nos mostró fotos viejas de Bruce Bay, y nos platicó que el nombre del pueblo provenía del nombre de uno de sus ancestros llamado Bruce. Antes de irnos le dije a Linda que su nombre en español significaba que ere una persona linda y que no me podía imaginar un nombre mejor. Nos despedimos y seguimos con nuestro camino, hemos tenido suerte en el viaje, hemos conocido a gente increíble y siempre que esto nos pasa se siente como un milagro.
Bruce Bay
Linda, Yo y Tony
Baxter
