Budapest: Un día con el jefe

Budapest October 2011

Budapest, Hungría, Octubre 2011

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8:35 am
Me desperté exactamente 5 minutos antes de que la alarma sonaba. La apagué y me volví a dormir.

9:30 am
Desperté por segunda vez sólo para darsme cuenta de que Annika ya se  había despertado. “Levantaté, tenemos que irnos “, me dijó.

10:30 am
Al despertar por tercera vez me dí cuenta de que era demasiado tarde. Tenía que tomar un baño y ayudar a Annika a empacar todas nuestras cosas. Teníamos la intención de salir de Budapest por segunda vez (la primera vez que tratamos de salir 4 de nuestras seis llantas estaban ponchadas ). Mi corazón no estaba listo para salir de esta ciudad. Algo me decía que la ciudad estaba a punto de regalarme otra gran sorpresa. Media hora después, mi corazonada me otorgaría la razón una vez más.

House of Terror

11:00 a.m.
Lo vi por primera vez. Él estaba trabajando en el área de la cocina en su laptop, tranquilo, meticuloso y concentrado. Poco después se dío cuenta que había entrado en la habitación y con un aire de misterio que lo rodeaba con su  abultada chaqueta negra  me dijo: “No se vayan hoy. Si se quedan yo les mostraré la verdadera cara de Budapest “. Era él el jefe, el gran Kahuna del hostal, su nombre en secreto. Todas nuestras cosas empacadas, el tiempo ideal para montar en bicicleta y nuestro plan de ir de repente ya no importaba mas. Ambos nos miramos a los ojos y sabía lo que iba a venir. “Sí”, respondimos al mismo tiempo, “nos quedaremos”. “Vayan al Museo del Terror y después caminen  hacia la Plaza de los Héroes, por la Avenida Andrássy. Nos encontraremos aquí a las 5:45 pm y luego continuaremos con su travesía a través de la elegante Buda y la animada Pest. “, afirmó. Tomámos  las llaves de la puerta, el mapa de la ciudad y estábamos listos para salir. “Oh, una última cosa sólo orinen antes de tomar un paseo por la ciudad”, sugirió. “Hay muy pocos retretes público en la ciudad”.

12:41 del mediodía
Salimos del albergue.

13:44 p.m
Annika volvió al hotel para tomar su cartera.

13:50 p.m
Volví al hotel para tomar papel higiénico para mi moquienta nariz.

13:55 p.m
“¿Están bromeando?” El jefe se echó a reír, ya que ambos regresamos por tercera vez para tomar nuestros suéteres.

14:05 p.m
Tras un breve debate intenso sobre si debíamos o no tomar más papel higiénico , finalmente abandonamos el edificio.

 

14:50 p.m
Los dos entraromos al Museo del Terror, antigua cede del Partido de la Cruz  Roja (El Partido Nazi de Hungría) y la Policía Comunista AVH leales al abobinal régimen de Stalin y el govierno marioneta en Hungría. El museo exhibe las atrocidades que tuvieron lugar en ésta casa durante estos dos períodos oscuros de la historia de éste país. El objetivo del museo, conmemorar a las víctimas y  alentar a las generaciones futuras a evitar a toda costa que éste tipo de cosas nunca vuelvan a suceder en el mundo. El museo también ilustra el intento fallido pero valiente  de 1956 para recuperar la independencia hungara a unos cuantos meses después de la muerte de Stalin el 5 de marzo de ese mismo año (el mismo día de mi cumpleaños.)

Hacia San Matias

16:15 p.m
Triste y con un sentimiento muy empático hacía nuestros hermanos húngaros por todo lo que tuvieron que pasar para obtener su autonomía de un sistema dictatorial, nos fuimos del museo. “¿Qué clase de monstruos sin corazón fueron las personas que permitieron que todo esto sucediera”, me preguntaba. Con mi pregunta sin ninguna respuesta y un extraño vacío en el estómago caminamos hacía la estación de metro Opera, la estación más antigua de la ciudad.

16:45 p.m
Al darnos cuenta de que nuestra sensación vacía en el estómago  no era más que hambre, nos detuvimos a las afueras de los puetos de comidade la estación de tren. Para llenar nuestra tristeza  decidimoscomer Langos una especialidad húngara (masa frita con queso y crema agria). También compartimos un plato de sopa gulash. Nuestra tristeza poco a poco se desvaneció en un delicioso catarsis.

In and Out

17:25 p.m
Llegamos al hostal y  el jefe ya nos estaba  esperando. Nos miró con una sonrisa, como si él ya sabía lo que habíamos experimentado en el Museo del Terror. Con todo ésto y en un entendimiento muy extraño dijó: “Siganme vamos a ver la otra cara de Budapest.”

17:35 p.m
Annika, el jefe y yo nos montamos en su camioneta donde él comenzó a bombardearnos con  hechos históricos de la ciudad. Tantos que no podía seguir con él. A excepción de una anecdota que me llamó la atención. Muy cerca de la Plaza de los Héroes en el nacimiento de la Avenida Andrassy, ​​hay un castillo (ahora el Museo de Agricultura de Budapest), que es la réplica exacta del Conde Drácula en Transilvania. El jefe sospecha que tenía que ver con el hecho de que Drácula era un espía que trabajaba en una especie de conspiración para ayudar a Rumanía a conseguir la independencia del Reino de Hungría. Luego nos habló de su vida en Pest, la parte de la ciudad al este del río, y parecía saber todo acerca de los barrios más importantes. “Cuando compren su despensa, háganlo en Tesco es más barato allí”, sugirió. Luego agregó: “La mayoría de los jóvenes viven en Pest. El noventa por ciento de la vida nocturna tiene lugar aquí. Buda en el otro lado es hermoso de ver, pero aburrido para vivir “Después nos percatamos de que en Buda se ubicaba la Ciudadela y el Castillo, mientras que en Pest la vida estudiantil y la de la fuerza de trabajo y oficina se daba aquí, una  combinación perfecta si se desea comer y beber bien y barato.

Saturated San Matias

17:55 p.m
En el interior del coche mientras  la noche caía lentamente sobre nuestras cabezas, el jefe estaba dispuesto a enseñarnos más sobre la ciudad. “¿Sabían ustedes que el sistema de agua en Budapest es muy elaborado y único debido a su complejo sistema de cuevas subterraneas ?”, remarcó con el pecho inflado de orgullo. “Ustedes deben tomar un baño en las piscinas públicas llenas de aguas termales medicinales. Son increíblemente baratas y una manera absolutamente increíble para mantenerse sano durante el invierno. “cerró su discurso.

18:50 p.m
A continuación, cruzaremos el puente emblemático de Buda El Puente de las Cadenas. “A su derecha verán el maravilloso Parlamento, una construcción de estilo neogótico que representa todo por lo qué hemos luchado “. Entonces entendí por qué quería que fuéramos primero al Museo del Terror. El Parlamento representa la libertad obtenida a partir de dos regímenes que se olvidaron de la importancia de la voz del pueblo en el gobierno de un país. Todo tenía sentido ahora. Entonces pude ver la belleza interior de este edificio hermoso que  se puede ver desde casi todas partes a lo largo del río Danubio.

 

19:20 p.m
Llegamos al punto climático de la visita. El punto de vista romántico de la ciudadela. La Ciudadela, al igual que muchos otros edificios de la antigua Europa, era una antigua fortaleza Nazi durante la Segunda Guerra Mundial convertida en museo y en un elegante restaurante con vista a la ciudad. “Aquí es el lugar perfecto para llevar a tu novia a beber una botella de vino húngarode calidad increíblemente bueno  y contemplar las estrellas mientras que las luces de la ciudad ilumina sus ojos emocionados”, afirmó. “Creo que aquí es el mejor lugar para experimentar Budapest en toda su fuerza” dijo el jefe. Nos quedamos allí durante varios minutos en quietud después llegó la tranquilidad y finalmente la paz. Por un momento vi cómo el jefe miró a su ciudad como si fuera la primera vez que lo había visto. Me sentí muy feliz de estar allí. Le dí un beso a Annika esperando que ella estuvíera disfrutando del momento aquí tanto como yo.

20:30 p.m
Luego compramos una botella de vino blanco húngaro que el jefe recomendó y lo abrió en el coche. “¿Es legal  beber en la calle?”, le pregunté. “Bueno, sólo si eres un vaquero de verdad”, respondió el jefe. Como el conductor y un hombre de deportes waterpolo no bebió ni una gota. Regresamos a la ciudad y nos llevó directamente hasta el Barrio de Palacio, donde nos dejó en su pub favorito. “Coman y beban aquí  tendran un tiempo increíble”, añadió con una voz  travíesa.

22:50 p.m
Borracho y con hambre Annika y yo pedimos una hamburguesa Budapest y un litro de su cerveza cada uno. Hasta hoy todavía no puedo pronunciar el nombre de la cerveza, pero estoy casi seguro  que comienza con K. Bebimos y hablamos lo suficiente como para mantenernos despiertos y riéndonos.

23:30 p.m
Hablando chistoso, pero con una sonrisa en la cara decidimos caminar los 45 minutos  de vuelta a casa, porque no pudimos encontrar la terminal de autobuses que nos llevaba a casa. Caminando en la noche y vimos cómo la vida nocturna apenas despertaba entre los más jóvenes  de la ciudad, nos dimos cuenta que no eran los mismos que solíamos ser.

12:30 medianoche
Cansados, felices y enamorados el uno del otro en esta romántica ciudad, por fin llegamos al hostal. Finalmente, nos metimos a  nuestras camas y soñamos con las luces de una gran ciudad.

Dedicado a el jefe y Anna. Gracias por su hospitalidad en Lowcostel.

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